lunes, 11 de julio de 2011

Maricel Lucero Retamal

Y deja de matar la educación



Si quieres que no salgan de mi boca
palabras que te inculpen grandemente
mejor comienza a actuar como la gente
y deja de matar la educación.

Pretendes que te pague si respiro
si rezo, como, canto o tengo frío
si pienso en mi futuro ¡qué ilusión!
y deja de matar la educación.

Venías a hacer cambios importantes;
los vientos se llevaron tu canción.
Ahora te pedimos: fin al lucro,
y deja de matar la educación.

¿Por qué prometes lo que nunca cumples?
Odiosa me parece ya tu voz
-político que no sientes vergüenza-,
¡y deja de matar la educación!

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