domingo, 10 de julio de 2011

Carolina Schmidt

Desde la vereda estrecha
la vida sucede
como la película no escogida:
los sueños
bajo el holograma eterno
de la espera.

No se distinguen unos de otros
solos
unos y otros.

El devenir en la vereda
la estrechez de la vereda
insostenible la vereda.

De la vereda
un paso y la calle
en colectivo es la trinchera
-no digas que inconsciente-
la preparación de la guerra.

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